¿Quién da más?
- 9 oct 2019
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Actualizado: 11 oct 2019

No se puede decir que la política española sea aburrida. Reflejo de ello son nuestras redes sociales. A cada milésima de segundo el ‘timeline’ de nuestro Twitter o Facebook está repleto de novedades. Un nuevo fichaje inesperado, una declaración polémica, un nuevo candidato o una bronca entre dos figuras políticas conocidas. La verdad que es divertido e incluso diría que hasta entretenido, pero si esto es lo que nos puede ofrecer nuestra clase política es para hacérselo mirar.
Queda poco más de un mes para que volvamos a votar. El motor del márqueting de los principales partidos políticos ya está a todo gas: campañas electorales, entrevistas y dentro de poco vendrán los debates. Su mayor reto es evitar a toda costa la abstención, especialmente la de los votantes de izquierda cuya exigencia y autocrítica es más alta que la de los de derecha. Otros esperan no estrellarse mucho y se agarran a cualquier opción. Veremos qué dice la ciudadanía el 10 de noviembre.
No obstante, me da la sensación que los partidos políticos no están seduciendo para nada al electorado, más bien están incrementando esa desafección ya más que latente entre ambas partes. Y esto, lo puedo argumentar con pequeños ejemplos. Empezaré por el más descarado: Albert Rivera. Como bien sabéis, el domingo anunció que levantaba el ‘veto’ al PSOE. Muy curioso este cambio después de estar todos estos anteriores meses atacando y criticando, con muy mal gusto, a los socialistas y sin embargo, abriendo las puertas a la extrema derecha. Ahora se ve que quiere ser uno más de lo que él en su día llamó ‘La Banda’. Está tan desesperado Rivera por los malos resultados que le pronostican las encuestas que hasta se ha unido a UpyD. No sé si se puede superar más el nivel de ridiculez.

Por otra parte, el PP tampoco se queda atrás. La presidenta madrileña Díaz Ayuso está constantemente dejando en evidencia a su partido. La última perlita de Ayuso creo que es de sobra conocida: “Y que pasará ahora arderán las iglesias como en el 36?” Justo un día después España 2000 se colaba en una sala de los cines Lys de València y boicoteaba la última película de Amenábar ‘Mientras dure la guerra’. Si al final será cierto que el karma existe y todo.
Me da la sensación que los partidos políticos no están seduciendo para nada al electorado, más bien están incrementando esa desafección ya más que latente entre ambas partes
Aunque sinceramente creo que todos y todas nos estamos acostumbrando a escuchar cada día todo tipo de sandeces. La mayoría de ellas provienen, como no podría ser de otra manera, de Vox. El número dos de la formación encabezada por Santiago Abascal, Ortega Smith se atrevió a decir en directo durante una entrevista en TVE que las conocidas como las Trece Rosas “torturaron, violaron y asesinaron vilmente” y que “cometieron crímenes brutales en las checas". A este grupo de jóvenes, de las Juventudes Socialistas, a las que se refiere Smith fueron fusiladas por la dictadura franquista en Madrid el 5 de agosto de 1939. Lo peor de todo es que algunas personas habrán aplaudido estas declaraciones. Así vamos.
La llegada de Más Madrid también ha puesto patas arriba el bloque de izquierdas, concretamente el partido de Pablo Iglesias. En estas últimas semanas algunos exmiembros de Podemos se han vuelto a reincorporar a la política pero de la mano de Errejón como por ejemplo Carolina Bescansa. Para ser exacta, diez de los 18 cabezas de lista de Más Madrid provienen de Podemos. Este constante enfrentamiento entre ambas formaciones no favorece para nada al bloque de izquierdas. Qué lío, pensará la ciudadanía. Y normal, no les falta razón. Parece que la izquierda no tienen más objetivo que el de separarse y crear nuevos partidos. Craso error.

Y el PSOE para mí el mayor marrón que tiene ahora mismo es el caso de la alcaldesa de Móstoles, Noelia Posse. Han tardado demasiado en suspenderla de militancia tras todos los escándalos de enchufismo a conocidos y familiares suyos que han salido a la luz en muy poco tiempo. Primero fue su hermana a la que adjudicó un puesto de trabajo con un sueldo de 50.000 euros anuales. El cargo consistía en gestionar las redes sociales. Posse destituyó a su hermana tras las críticas del resto de partidos, del vecindario y también del PSOE por calificarlo como nepotismo.

A día de hoy, tiene ocho cargos en el punto de mira. Parece mentira que Posse venga de trabajar como albañil. Ella mejor que nadie sabe lo que cuesta ganarse un sueldo bajo por muchas horas. Ha sido tocar la vara de mando y olvidarse de su origen. De momento se niega a dimitir. Estas actitudes, sin duda, no ayudan mucho a consolidar credibilidad entre la ciudadanía. Así que, creo que tendremos teatro y circo antes, durante y después del 10 de noviembre. Como dice Queen: "Show must go on". ¿Quién da mas?
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