Greta, ni un paso atrás
- Núria Garrido
- 13 dic 2019
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 16 dic 2019

Las personas revolucionarias incomodan. Cuestionan el orden establecido, eso que comúnmente la sociedad llama “lo normal”, (una expresión que detesto profundamente). Pero entonces, llega un momento en el que una persona lo rompe y pone patas arriba nuestro sistema. Se produce un punto de inflexión que marca el inicio de una etapa nueva. Gracias a esas personas que se tomaron la molestia de luchar por todos y todas, hemos ido avanzando como sociedad. Podría citar a muchos personajes históricos, pero voy a centrarme en la figura del momento: Greta Thunberg.
Hace un par de días fue considerada “the person of the year” por una de las revistas más prestigiosas com es Time. Una distinción que esta revista hace cada año a aquella o aquellas personas que por distintos motivos hayan aportado algo positivo para nuestro planeta. No puedo estar más de acuerdo con la revista estadounidense porque lo que ha conseguido esta niña de 16 años es brillante. ¿De dónde ha sacado esas ganas de querer cambiar el mundo y esa consciencia social abrumadora? Es simplemente magnífico.
A mí personalmente, me atraen y me inspiran este tipo de personas, me hace pensar que todavía puedo tener un poco de esperanza en el ser humano. Se trata de personas que un día en su casa decidieron llevar a cabo un proyecto. Fue así comenzó la historia de esta joven activista sueca. Cogió la pancarta y se plantó delante del parlamento de su país a gritar que o cuidamos nuestro planeta o esto se acaba. Estoy convencida de que lo que pasaban por delante suya pensarían: "¿Qué hace esta niña? ¡Menuda pérdida de tiempo!". Hoy se ha convertido en una de las activistas más importantes en defensa de la lucha contra el cambio climático. Es impensable no contar con su presencia en las cumbres o conferencias más importantes.

Thunberg nos ha recordado muchas cosas. La primera es que la protesta sigue siendo la vía más potente para transformar nuestra sociedad, pese a que algunos se empeñen en trasladar lo contrario. Así que para lo que dudáis, aquí tenéis otro enorme ejemplo. Protestar y acudir a manifestaciones y concentraciones no es para nada perder el tiempo, es una inversión en tu vida. De hecho, la insistencia de Thunberg dio fruto a el movimiento ‘Fridays for future’ que ya ha dado la vuelta al mundo. Lo segundo es que evidentemente las futuras generaciones vienen pisando fuerte. La gente joven no es tonta y sabe muy bien de lo que habla cuando pide medidas para frenar esta locura del cambio climático.
Es vergonzoso que haya tenido que salir una joven de 16 años a recordar a nuestros mandatarios que cuidar el planeta tiene que ser prioritario
No obstante, como suele pasar, las personas que destacan generan cierta envidia y en este caso que sea menor y mujer no puede ser soportado por ciertos sectores de la sociedad. Les da rabia que una joven haya criticado por ejemplo la inactividad de la clase política para salvar el planeta en los últimos años. O la libertad con la que la mayoría de multinacionales contaminan cada día. Vamos, que haya puesto en duda esos intereses económicos de los que todos se benefician. Tienen miedo que ese chollo se acabe.
Es vergonzoso que haya tenido que salir una joven de 16 años a recordar a nuestros mandatarios que cuidar el planeta tiene que ser prioritario. También me horroriza esas personas que se dedican a insultar a Thumberg o a decir: “Esa niña debería de estar en la escuela”. Ayer El País publicó un artículo en el que se explicaba que la mayoría de los insultos como histérica, majareta y marioneta, que recibe la activista en redes viene por parte de hombres . Huele a machismo, qué sorpresa. Me reservo mi opinión respecto a aquellas personas que agreden verbalmente a Thunberg por la vía de su síndrome de Asperger.
En fin, vivimos en un mundo enfermo que ataca a aquellas personas que solo buscan mejorarlo. Prima el odio, el egoísmo y la envidia. Por suerte, Thunberg sigue su camino de la mano de personas que también están dispuestas a luchar. Greta, ni un paso atrás. Queda mucho por conseguir y más ahora teniendo en el mundo anglosajón a Trump y Johson. Sigamos.
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